De lo grande a lo chiquito

Las niñas y niños desarrollan sus habilidades motrices siguiendo dos leyes básicas:

Una es la llamada ley céfalo-caudal, según la cual las zonas superiores del cuerpo se controlan antes que las inferiores. Por ello son capaces de controla

r el cuello antes de poder girar sobre el abdomen.

Otra es la ley próximo-distal, que determina que controlan las zonas que está cerca de la línea media del cuerpo antes que las partes más alejadas (codo antes que muñeca).

Es por estas leyes del desarrollo que el niño o niña que tiene dificultades a nivel de motricidad fina, debe trabajar primero la motricidad gruesa. Así que, si vuestro hijo/a es un poco torpón, además de hacer más actividades con plastilina, apuntadle también a baloncesto 😉

Por eso, si quiero que mis alumnos controlen un trazo, primero debo trabajarlo A LO GRANDE.

Con todo el cuerpo

En las sesiones de psicomotricidad, planteamos actividades en las que trabajamos los conceptos a trabajar (arriba, abajo, encima, debajo, a un lado, a otro lado,fuera, dentro,…).

Y también, caminos y recorridos que asemejen los trazos que queremos enseñarles.

Con todo el brazo

Con murales (pintar con un coche mojado en pintura ¡es genial!) También podéis ver el post Grafomotricidad con coches

Con pizarra digital

Con «carreteras», realizadas con cinta adhesiva de colores

Mayor precisión

Siguiendo la idea de las carreteras, realizamos un mural y tras plastificarlo señalizamos la dirección y los puntos de principio y fin (e intermedios si hubiera). Luego se vuelve a plastificar para que las direcciones no se borren ni se estropeen los gomets.